Es un hotel campestre adecuado para pasar un buen y tranquilo descanso, duermes y te levantas con los relajantes sonidos de la naturaleza, las instalaciones estĂĄn en excelentes condiciones, la piscina es genial, la atenciĂłn es muy buena, JesĂșs y su esposa se esmeraron por prestarnos un buen servicio y resolver nuestros requerimiento, el desayuno no es muy variado pero suficiente para iniciar el dĂa, la habitaciĂłn que me asignaron no es muy amplia pero suficiente para el propĂłsito y justa a la tarifa que paguĂ©, tiene amplia zonas verdes, un sendero ecolĂłgico con ĂĄrboles frutales, estacionamiento para los vehĂculos, un comedor, bar, zona de juegos, un salĂłn para reuniones o eventos, en fin, en general fue una agradable experiencia, creo que volverĂa a alojarme en el hotel con mi familia.
Tener en cuenta que el hotel se encuentra ubicado en un sector rural, para llegar toca tomar la vĂa que comunica el municipio de Montenegro con Quimbaya y desviarse aproximadamente 1 kilĂłmetro por una vĂa destapa, asĂ que la ubicaciĂłn del hotel no es favorable para los huĂ©spedes que no llevan carro.