Este no es un verdadero hotel; este es un apartamento en un edificio, que alguiĂ©n dividiĂł en cuatro habitaciones. Las fotos pueden ser engañosas porque muestran el frente del edificio donde estĂĄ el departamento. Cuando hice la reserva deciĂĄ habitaciĂłn triple, oh sorpresa al llegar, en la muy pequeña habitaciĂłn habĂa una cama pequeña y un catre con algo como una colchoneta encima y sĂĄbanas, al dia siguiente al regresar vi que entraron, en mi ausencia, a la habitaciĂłn y removieron el catre. Los empleados que atienden, uno durante el dia y uno durante la noche son estranjeros, que no entendĂan porque yo les pedĂa perchas, ya que en la habitaciĂłn no habĂa ni una, me dijeron que ponga la ropa en la cama, a pesar de insistir en tres oportunidades diferentes no consiguieron perchas, tuve que comprar Yo. El empleado de la noche casi no habla italiano, ni inglĂ©s (pensaba que por gritarme Yo entenderĂa mĂĄs) y soy de mente y oidos abiertos ya que soy profesor de idiomas. Es imposible conseguir un cafĂ©, no en la quasi recepciĂłn, tampoco cafetera en la habitaciĂłn, se debe salir a la calle y al regresar para volver entrar hay que tocar portero afuera.
Para una persona gorda -y lo digo con respeto - es imposible pasar por la angosta puerta de la ducha. PodrĂa continuar, porque hay mĂĄs, pero es suficiente para que tengais una idea. Lo Ășnico positivo es que las toallas, aunque viejas, estaban limpias. El precio es muy alto por el servicio que se obtiene. Existen mejores opciones en esta area.