El hotel está padrisimo, y con una ubicación privilegiada, caminas muy fácil a todos lados o a la estación del metro. Lo único que no estuvo bueno fue el desayuno, dice que es continental pero el lugar donde lo sirven no tiene espacio suficiente ni personal para limpiar y recoger los platos, se acaba el pan dulce muy rápido y no vuelven a surtir. Tuvimos que comer con los platos sucios de las personas anteriores y ni si quiera había donde ponerlos nosotros mismos. Todo lo demás, la habitación, el servicio y el personal excelente.