La señorita que nos entendiĂł cuando llegamos en la noche fue de muy mala gana, nada amable, muy ruda , nada bien, pero el muchacho del dĂa siguiente sĂșper amable y atento. El cuarto en general estaba bien, pero en la regadera no habĂa shampoo (no rellenaron el bote fijo) , las almohadas muy altas y duras, eso lo padre es que el cuarto estĂĄ grande y espacioso