Hotel grande, buenas piscinas y personal amable, .... pero ya estĂĄ.
Un buffet muy escaso y la Ășnica protecciĂłn para el covid era que la gente se ponga mascarilla, mucha gente por todos lados en el comedor y la comida no viene tapada ni te la sirve el personal del hotel, es decir, un buffet en el que la gente coge lo que quiera como ha sido toda la vida. Habiendo varios salones para comer, solo hay abierto uno para tanta gente.
La bebida te la sirven cuando te sientas, pero si quieres mĂĄs, ya cuesta encontrar a la persona encargada de las bebidas para pedirle otra, no la sirve cualquier camarero.
Para comer y cenar, si te gustan los fritos y las ensaladas, de lujo. Es acercarse al comedor y ya huelen los fritos, luego hay un pescado y una carne que la hacen a la plancha. AdemĂĄs, cada 2-3 dĂas se repite la comida, arroz, fideua y de nuevo arroz. No espereis algo especial cada dĂa, como puede ser un dia comida mexicana, ...
Para merienda solo bocadillos y hamburguesas, nada de fruta, crema de cacao, helados (eso tengo la duda, ya que el Ășltimo dĂa vi a alguien con un helado, tal vez haya que pedirlo, pero no los tienen a la vista y nadie pedĂa),.... y a las 18:00h cierra, justo la hora de merendar.
Faltan muchos licores, como licor de cafĂ© o de coco(estilo MalibĂș).
En cuanto a la habitaciĂłn, muy chica para tres personas y almohadas incĂłmodas.
Para la playa hacen falta escarpines, muchas piedras, ademĂĄs estĂĄ algo retirada como para estar en la playa y subir al hotel a por bebida.