La experiencia en general fue buena por lo bonito que es el lugar, a pesar de no disponer de algunos servicios por los que habíamos pagado, como la limpieza diaria de la habitación, que no la hicieron en los cinco días de alojamiento y tampoco hubo cambio de toallas. No tenía secadora, nos quejamos y la pusieron el segundo día. El parking que era gratis para el resto de huéspedes nosotros teníamos que pagar por el, algo extraño puesto que era muy grande y estaba prácticamente vacío.
En el spa no funcionaba el baño turco , y el Jacuzzi olía muy mal. Además había problemas con el personal, cuestión que afectaba directamente a la estancia de los huéspedes, echaron a la recepcionista de la tarde, la de la mañana no estuvo durante los dos últimos días , y el día del check out tuvimos que sufrir a Nicolás , persona responsable del transfer de los huéspedes a las pistas de esquí, que pusieron de responsable de la recepción y fue muy irrespetuoso, desagradable con nosotros, no sabía hacer una factura, nos trato mal, empañando por completo nuestros días en un lugar tan mágico , como es Bordes D’Envalira. Enviamos varios emails a los apartamentos y al hotel Piolet de Soldeu, que lleva la gestión de estos apartamentos, para tratar de informar de lo sucedido, pero no recibimos respuesta.