El hotel es magnífico, el restaurante, jamar gastrobar, es espectacular, pero la habitación que nos tocó dejaba mucho que desear. El teléfono de recepción, no funcionaba. Avisamos y no ha arreglado nadie. El aire , funcionaba regular, teníamos que ponerlo a 34 grados para estar medianamente agusto, y aún así, se conseguía estar caliente. La limpieza de la habitación, dejaba mucho que desear, los 4 días hemos convivido con unas cuantas telarañas. No hemos dicho nada en recepción...porque para que.? Están las telarañas al lado de la puerta del baño y detrás de la puerta de entrada a la habitación....por si quieren quitarlas, que está feo hombre. Lo demás, está muy bien.