Nuestra experiencia en el Hotel Racquet Cuernavaca fue, en términos generales, decepcionante. Aunque no fue completamente mala, sentimos que el precio pagado no corresponde con la calidad del servicio ofrecido.
El personal del hotel es amable, pero poco atento. Desde nuestra llegada, hubo inconvenientes: al trasladar nuestro equipaje del estacionamiento a la habitación, las maletas se cayeron un par de veces, algo que dejó una mala primera impresión. Además, las llaves de la habitación constantemente se desconfiguraban, lo que nos obligaba a ir repetidamente a recepción para reprogramarlas. Este problema se agravaba porque la recepción está bastante alejada de las habitaciones.
El hotel cuenta con canchas de tenis, pero utilizar las instalaciones en la noche tiene un costo extra, al igual que el préstamo de raquetas, las cuales se encuentran en mal estado. Esto nos pareció un detalle poco considerado para un lugar que presume de ser especializado en este deporte.
Por otro lado, el agua de las regaderas es un punto crítico: no sale caliente. Si tienes suerte, puede estar tibia, lo cual no es aceptable para un hotel de este nivel de precio.
En conclusión, aunque el personal es amable, los problemas de mantenimiento, los costos adicionales por servicios básicos y las fallas en las comodidades hacen que no recomendemos este hotel. Por el precio, hay opciones que ofrecen una experiencia mucho más satisfactoria.