Es una Posada bien ubicada en la zona de Valle de Guadalupe. El personal es muy atento y está al pendiente de los huéspedes.
Incluye el desayuno a la carta, el cual tiene un sabor excelente y bien servido.
No es un hotel boutique, las habitaciones son sencillas y cuentan con lo necesario para una estancia corta (2-3 noches). Cuentan con un perchero accesible para colgar ropa, una mesa, dos sillas, aire acondicionado, televisión con sistema VETV, internet y una chimenea eléctrica.
Cruzando la calle tienes un súper Liz, bien equipado.
El baño cuenta con amenities básicos. Por lo que si eres un viajero exigente recomiendo que lleves tus propios accesorios.
La cama y las almohadas son muy cómodas y duermes muy bien.
Las habitaciones están muy limpias y seguras.
El estacionamiento es un gran plus.
Cuentan con botellas pequeñas de agua y te prestan secadora de cabello y plancha.
Los aspectos a mejorar son:
- Establecer horarios para el área común. Desafortunadamente una noche hubo un grupo de huéspedes que estuvo hasta las 2 am y no es posible dormir, ya que se escucha todo.
En general, es una excelente opción si tienes como Plan visitar las casas vinícolas y sus viñedos. Gracias a todo el staff, nuestra estancia fue muy cómoda y agradable.