Si bien está bien ubicado en las inmediaciones de la estación de trenes termini, llegar fue muy complicado ya que no está bien señalizado no tiene un cartel solamente una pequeña indicación de timbre, la atención para el ingreso buena te suben y muestran las habitaciones y los espacios comunes, subir una experiencia claustrofóbica, las habitaciones a la suerte de con quien te toca compartir los baños sucios sin nada: jabón etc etc a lo sumo papel higiénico, incluye desayuno que es un café de dudosa procedencia y sabor raro, pusieron leche cortada y un croasant de varios sabores que si estaba decente