Lo unico bueno, la parada de autobus y tranvia a la puerta del hotel. Una terraza q podia haber sido agradable, pero estaba descuidada y sucia. La papelera a la entradadel hotel, con vómito incluido, no fue limpiada en 4 dias. El desayuno escaso y mal atendido. Una empleada sonandose la nariz y luego manipulando los platos de desayuno. Para no volver. Sin aire acondicionado, solo un ventilador.