El servicio es increíble, simplemente por la atención que tiene el personal a los huéspedes, volvería a escoger ese hotel. Las instalaciones son viejas, pero están muy bien cuidadas y el lugar está limpio. La comida no es su fuerte, tienen poca variedad en fruta y verdura fresca. El filete de pescado parecía tilapia de criadero. El ambiente es muy familiar y agradable, solamente una noche tenían el volumen muy fuerte algunos huéspedes en la alberca a las 10:30 P.M. Las instalaciones para personas con discapacidad son muy buenas, además me ayudaron, bajando las barras de Soporte a la altura universal, para que pudiera yo utilizarlas con facilidad y trasladarme de mi silla al escusado. Me ayudaron a ingresar al mar, mientras estuve ahí estuvieron muy pendientes de mí los salvavidas. Creo que pocas veces he dicho: “recomiendo muchísimo este hotel”